Arte de la india
Arte indio, arte y arquitectura del subcontinente indio desde el III milenio a.C. hasta nuestros días. Se caracteriza por un gran sentido del dibujo, patente tanto en sus formas modernas como en las tradicionales. La cultura india suele manifestar la voluptuosidad con una libertad de expresión poco habitual en Occidente.
El arte de la India debe ser comprendido
y juzgado en el contexto de las pretensiones y necesidades ideológicas,
estéticas y rituales de su civilización. Estas pretensiones tomaron forma ya en
el siglo I a.C. y han hecho gala de una notable tenacidad a lo largo de los
siglos. La visión hindú-budista-jainí del mundo depende de la resolución de la
paradoja central de toda existencia, según la cual el cambio y la perfección,
el tiempo y la eternidad, la inmanencia y la trascendencia funcionan como
partes de un único proceso. En esta situación no se puede separar a la creación
del creador, y el tiempo debe ser entendido sólo como una matriz de la
eternidad. Este concepto, aplicado al arte, divide el universo de la
experiencia estética en tres elementos distintos, aunque relacionados entre sí:
los sentidos, las emociones y el espíritu. Estos elementos dictan las normas
para la arquitectura, como un instrumento para cerrar y transformar el espacio,
y para la escultura, en su volumen, plasticidad, modelado, composición y
valores estéticos. En lugar de representar la dicotomía entre la carne y el
espíritu, el arte indio, por medio de una sensualidad y voluptuosidad
deliberadas, funde ambas a través de un complejo simbolismo que, por ejemplo,
trata de transformar la carnosidad de un cuerpo femenino en un misterio perenne
de sexo y creatividad, en el cual la momentánea esposa se revela como la madre
eterna.
ARQUITECTURA |
La primera muestra de arquitectura india fue la
construcción de edificios de ladrillo, al tiempo que se levantaban estructuras
de madera. Estas últimas fueron desapareciendo a lo largo de los siglos, pero
fueron imitadas por construcciones de piedra que aún siguen en pie.
TAJ MAHAL
TAJ MAHAL
El Taj Mahal (تاج محل; ) es un complejo de edificios construido entre 1631 y 1654 en la ciudad de Agra, estado de Uttar Pradesh, India, a orillas del río Yamuna, por el emperador musulman Shah Jahan de la dinastía mogol. El imponente conjunto se erigió en honor de su esposa favorita, Arjumand Bano Begum — más conocida como Mumtaz Mahal — quien murió dando a luz a su 14º hijo, y se estima que la construcción demandó el esfuerzo de unos 20.000 obreros.
El Taj Mahal es considerado el más bello ejemplo de arquitectura mogola, estilo que combina elementos de la arquitectura islamica,persa,india e incluso turca. El monumento ha logrado especial notoriedad por el carácter romántico de su inspiración. Aunque el mausoleo cubierto por la cúpula de mármol blanco es la parte más conocida, el Taj Mahal es un conjunto de edificios integrados.
Actualmente es un importante destino turístico de la India. En 1983, fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El Taj Mahal fue nombrado una de las Siete Maravillas Del Mundo Moderno.
Estilos primitivo indio y primitivo budista
|
Los restos arquitectónicos más antiguos de la India son
los edificios de ladrillo quemado encontrados en las ciudades de Mohenjo-Daro y
Harappa (actual Pakistán), que datan de c. 2500-1750 a.C. El subsiguiente
periodo védico, que antecede al comienzo de los estilos históricos, está
representado por los túmulos funerarios de Lauriya Nandangarh, en el estado de
Bihar, y por las tumbas excavadas en la roca de Malabar, estado de Kerala.
La época clásica primitiva comenzó hacia el año
250 a.C. durante el reinado del monarca Asoka (273-232 a.C.), quien
prestó al budismo el patrocinio imperial y, en consecuencia, la mayoría de los
monumentos que se construían en la época estaban relacionados con esta
religión. La construcción budista característica es la stupa, o templete para
reliquias en honor de Buda. Su forma más corriente es semiesférica, dispuesta
sobre uno o varios pisos de basamento circulares o cuadros.
La stupa es una construcción absolutamente maciza, recubierta de piedra. En la cima de la cúpula se encuentra una superestructura rectangular a modo de balaustrada (harika), que tiene encima una columna o mástil que sostiene de tres a nueve parasoles. En torno al recinto de la stupa se alza una balaustrada de piedra (vedika), con portales (toranas) en cada uno de los puntos cardinales. Las reliquias, que se depositaban en un relicario, se guardan en el interior de la stupa, donde también se depositaban ofrendas de oro, joyas y monedas. El mejor ejemplo de estas estructuras destinadas a presentar a Buda como el eje y señor del mundo es la de Sanchi, que fue comenzada por el emperador Asoka y ampliada en épocas posteriores.
La stupa es una construcción absolutamente maciza, recubierta de piedra. En la cima de la cúpula se encuentra una superestructura rectangular a modo de balaustrada (harika), que tiene encima una columna o mástil que sostiene de tres a nueve parasoles. En torno al recinto de la stupa se alza una balaustrada de piedra (vedika), con portales (toranas) en cada uno de los puntos cardinales. Las reliquias, que se depositaban en un relicario, se guardan en el interior de la stupa, donde también se depositaban ofrendas de oro, joyas y monedas. El mejor ejemplo de estas estructuras destinadas a presentar a Buda como el eje y señor del mundo es la de Sanchi, que fue comenzada por el emperador Asoka y ampliada en épocas posteriores.
Otro tipo de monumento búdico son los chaitya o
templos rupestres. La construcción de esas salas de culto se extiende entre el
siglo III a.C. y el siglo I d.C. El término chaitya designaba en un principio
todo lugar sagrado o de culto. Pero posteriormente se llamó así a los
santuarios budistas, excavados en las paredes de la roca en colinas solitarias
dedicadas a tal uso. En los detalles arquitectónicos, como capiteles y
molduras, se aprecia la influencia de los estilos procedentes de Oriente y de
Grecia. En el estado de Mahārāshtra hay numerosos ejemplos, como el de Karli
(principios del siglo II), con su fachada primorosamente esculpida y la nave
formada por un túnel abovedado, y varios templos y monasterios en Ajanta y
Ellora.
Estilos jainí e hindú |
A partir del siglo V se produjo el ocaso
del budismo con el auge del hinduismo y el jainismo. Los estilos inherentes a
estas dos religiones se mezclaron para dar lugar a los elaborados motivos que
constituyen el distintivo de la arquitectura india y que aparecen tallados
repetidamente formando cenefas. Los jainíes solían hacer construcciones
gigantescas coronadas por cúpulas puntiagudas construidas a base de ménsulas de
piedra escalonadas. Han aparecido restos diseminados en lo alto de colinas muy
separadas unas de otras en tres estados, en la colina de Parasnath, en Bihar,
en el monte Abu, en Rājasthān, y en Satrunjaya, en Gujarāt. En las colinas se
congregaban numerosos templos pequeños, siendo uno de los grupos más antiguos
el del monte Abu. Entre las torres conmemorativas del estilo jainí destaca la
Jaya Stambha, o torre de la Victoria, de nueve pisos, ricamente ornamentada.
El estilo hindú está estrechamente relacionado
con el jainí. Se divide en tres categorías generales: el septentrional, que
abarca desde el año 600 hasta la actualidad; el central, desde el 1000 hasta el
1300; y el meridional, o dravidiano, desde 1350 hasta 1750. En los tres
periodos el estilo está marcado por el exceso de ornamentación y por los
tejados piramidales. Las cúpulas en espiral se terminan en delicados florones.
Otros rasgos que caracterizan este estilo arquitectónico son las complicadas gopuras, o puertas de gran tamaño, y los choultries, o salones ceremoniales. Cabe destacar los templos del sur, en Belur y en Halebid, Tiruvarur, Thanjavur y Ramesvaram en el estado de Tamil Nadu; los del norte, en Benarés de Uttar Pradesh y el templo del Sol en Konarak, en el estado de Orissa.
Otros rasgos que caracterizan este estilo arquitectónico son las complicadas gopuras, o puertas de gran tamaño, y los choultries, o salones ceremoniales. Cabe destacar los templos del sur, en Belur y en Halebid, Tiruvarur, Thanjavur y Ramesvaram en el estado de Tamil Nadu; los del norte, en Benarés de Uttar Pradesh y el templo del Sol en Konarak, en el estado de Orissa.
La arquitectura islámica de la India abarca desde el
siglo XIII hasta nuestros días. Llegó de la mano de los primeros conquistadores
musulmanes y pronto perdió su pureza original incorporando elementos de la
arquitectura autóctona, como los patios rodeados de columnas, los balcones
sujetos por ménsulas y, sobre todo, la decoración. El islam, por su parte, aportó
la cúpula, los motivos geométricos, los mosaicos y los minaretes. A pesar de
las diferencias conceptuales fundamentales, ambos estilos arquitectónicas se
fundieron de forma armónica y dieron lugar a nuevos estilos regionales.
El estilo indo-islámico se suele dividir en tres fases:
el pathan, el provincial y el mogol. Como ejemplo de construcciones del pathan
primitivo cabe destacar las de piedra de Ahmadābād, en el estado de Gujarāt, y
las de ladrillo en Gaur, en el estado de Bengala Occidental. Estas estructuras
se acercan mucho a los modelos hindúes, pero son más simples y no hay estatuas
de figuras humanas. La cúpula, el arco y el minarete son características
constantes de este estilo, al que pertenece el famoso mausoleo de Gol Gunbad
(1660), en Bijapur, estado de Mysore, cubo perfecto sobre el que se alza una
cúpula que tiene un diámetro de 43 m, casi como el de la basílica de San
Pedro de Roma. Destaca también la torre de cinco pisos, de piedra y mármol,
llamada el Qutb-Minar (siglo XII), de Delhi.
El estilo provincial reflejaba la permanente
rebelión de las provincias contra el estilo imperial de Delhi. El mejor ejemplo
de esta fase se encuentran en Gujarāt, donde, durante casi dos siglos, las
sucesivas dinastías erigieron monumentos de diferentes estilos, hasta 1572,
fecha en que el emperador Akbar conquistó por fin la región. Las construcciones
más notables de esa etapa se encuentran en la capital, Ahmadābād, destacando la
mezquita de Jama Masjid (1423), única en la India, de inspiración musulmana pero
puramente hindú en cuanto a la disposición de las tres naves, las casi 300
columnas y a la decoración.
La fase mogol del estilo indo-islámico, entre
los siglos XVI y XVIII, fomentó el uso de materiales lujosos, como el mármol.
El ejemplo culminante de este estilo es el mausoleo del Taj Mahal, en Āgra.
Está coronado por una cúpula y realizado en mármol blanco con incrustaciones de
piedras preciosas y fue construido entre 1632 y 1643 por el emperador mogol Sha
Jahan para albergar los restos de su amada esposa. Se levanta sobre una
plataforma adornada por cuatro esbeltos minaretes y se refleja en un estanque
poco profundo. A este estilo pertenecen también la mezquita de la Perla, en
Āgra, estado de Uttar Pradesh, las fortalezas de los palacios de Āgra y Delhi y
las grandes mezquitas de Delhi y de Lahore (actual Pakistán).
Estilos modernos
|
A partir del siglo XVIII, la construcción de
grandes edificios en la India ha mantenido las formas indígenas históricas o
bien se ha regido por los modelos europeos introducidos por los británicos.
Entre los edificios públicos, fábricas, hoteles y edificios de viviendas hay
numerosas muestras de los estilos occidentales de los siglos XVIII, XIX y XX.
El ejemplo más notable de arquitectura moderna lo constituye la ciudad de
Chandīgarh, capital conjunta de Haryāna y Punjab, diseñada por el arquitecto
francés de origen suizo Le Corbusier en colaboración con arquitectos indios. El
trazado general de la ciudad quedó terminado a principios de la década de 1960
y el conjunto arquitectónico presenta características notables, de las que
destacan: la estructura abovedada, rematada por un tejado de hormigón en forma
de paraguas, que constituye el palacio de Justicia; la disposición de cubos de
hormigón rematados por una sombrilla del mismo material, que es el palacio del
Gobernador, y el uso de salientes, huecos, torres de escaleras y otros
elementos de contraste para romper la monotonía de las largas fachadas del
edificio de las oficinas, que miden 244 metros. La moderna arquitectura india
ha incorporado los estilos occidentales adaptándolos a las tradiciones y
necesidades locales, como ha ocurrido en la estación de ferrocarril de Alwar,
en el estado de Rājasthān.
ESCULTURA
|
La escultura prehistórica primitiva se realizaba en piedra,
arcilla, marfil, cobre y oro.
Periodo primitivo
|
En el valle del Indo, entre los restos de los
edificios de ladrillo quemado de Mohenjo-Daro, han aparecido objetos del III
milenio a.C. entre los que hay figuras de alabastro y mármol, figurillas
representando a diosas desnudas y animales en terracota y loza fina, un modelo
de una carreta en cobre y numerosos sellos cuadrados de marfil y loza con
animales y pictografías. La similitud de estos objetos con las obras de
Mesopotamia en cuanto a los temas y a las formas estilizadas indica la
existencia de una relación entre las dos culturas y un posible origen común (véase
Arte y arquitectura de Mesopotamia). No hay pruebas de que hubiera
contactos con la cultura de Oriente Próximo en la época védica y posterior. A
la fase más antigua de este periodo pertenece una figurilla de oro, del siglo
IX, que representa a una diosa, y que ha sido encontrada en Lauriya Nandangarh.
Entre los objetos posteriores, pertenecientes al periodo en torno al 600 a.C.
hay discos de piedras pulidas y ornamentadas, y monedas que representan
diferentes tipos de animales y símbolos religiosos.
Escultura budista |
Con la llegada del budismo en el siglo III
a.C. tiene lugar la evolución de una arquitectura monumental en piedra, que se
complementa con escultura en bajo y altorrelieve. La figura de Buda no estaba
presente en el arte primitivo indio y se recurría a símbolos y a escenas de su
vida, a representaciones de deidades budistas y de leyendas edificantes. En aquella
época —como a lo largo de toda la historia de la escultura— las figuras y la
ornamentación se disponían en complicadas composiciones. Los monumentos más
destacados de este periodo son los capiteles con formas de animales de los
pilares de arenisca para los edictos del rey Asoka, y las barandillas de mármol
que rodean las stupas de Bharhut, en Madhya Pradesh, cuyos relieves parecen
estar comprimidos entre la superficie y el fondo. También son notorias las
puertas de la stupa de Sanchi (construida entre el siglo III a.C. y el I d.C.),
cuyos relieves tienen la delicadeza y la minuciosidad del tallado en marfil.
En el noroeste de la India, en una región
que antaño se llamaba Gandhara y que ahora comprende Afganistán y parte del
Punjab, surgió una escuela de escultura greco-budista que combinaba la
influencia de las formas griegas con los temas budistas y que alcanzó su auge
en el siglo II de nuestra era. Aunque el estilo Gandhara influyó notablemente
en la escultura del Asia central, e incluso de China, Corea y Japón, no tuvo
ninguna repercusión en el resto de la India, si bien es probable que sus obras
llegaran a Mathura, hoy en Uttar Pradesh, donde se desarrolló una importante
escuela de escultura entre los siglos II a.C. y VI de nuestra era. Los
vestigios de las obras tempranas pertenecientes a esta escuela denotan también
una estrecha relación con el estilo escultórico de Bharhut..
Escultura hindú
|
Durante el periodo gupta se produjo también el
desarrollo de la escultura hindú. Se tallaron relieves para adornar los
santuarios excavados en la roca de Udayagiri, Madhya Pradesh (400-600) y los
templos de Garhwal, cerca de Allahābād y Deogarh. Numerosas escuelas
florecieron entre el siglo VII y el IX. A ellas pertenecen el estilo de
Pallavas, de alto nivel arquitectónico, buen ejemplo del cual es la obra de
Kānchipuram, Tamil Nadu; el estilo Rastrakuta, cuyas mejores muestras son un
colosal relieve y el busto de tres cabezas de Siva con forma de elefante, cerca
de Bombay, y el estilo Cachemira.
Desde el siglo IX hasta la consolidación del
poder musulmán a principios del siglo XIII, la escultura india fue poco a poco
volviéndose hacia formas lineales, más de contornos pronunciados que de
volúmenes. Cada vez se utilizaba con más frecuencia como decoración, subordinándola
al entorno arquitectónico. Era rica en intrincados detalles y se caracterizaba
por figuras de múltiples brazos sacadas del panteón de los dioses hindúes y
jainíes, que venían a sustituir a las sencillas figuras de los dioses budistas,
y a la multiplicidad de formas había que añadir la importancia del dominio
técnico.
PINTURA
|
(pintura de Radha Krishna)
En dos localidades se conservan restos de pinturas
indias anteriores al año 100 de nuestra era. Los fantásticos murales de las
cuevas de Ajanta cubren el periodo comprendido entre los años 200 a.C. y
650 d.C. Los más antiguos representan figuras indígenas de noble aspecto y
fuerte sensualidad. Las pinturas de la cueva de Jogimara en Orissa pertenecen a
dos periodos, al siglo I a.C. y a la época medieval, las primeras de dibujo más
vigoroso y mejor calidad que las segundas.
En el periodo gupta se alcanzó la fase clásica
del arte indio, a la vez sereno y enérgico, espiritual y voluptuoso. El arte
era el medio explícito de dar a conocer los conceptos espirituales y, por medio
de la pintura sobre rollos, se representaba la recompensa del bien y las
hazañas del maligno en el mundo. En tres de las cuevas de Ajanta se conservan
pinturas pertenecientes a este periodo, entre las que hay representaciones de
budas, mujeres dormidas y escenas de amor. En Bamian, Afganistán, se ha
encontrado otro grupo de murales budistas en los que queda patente la destreza
de los artistas para representar cualquier postura humana.
Me encuentro añadiendo fotos del arte indio a mi tema y me encuentro tu blog, que está muy bien! Me suscribo. Mi blog es fegefeueranilmathiel.blogspot.com, igual hay algo que te llama la atención. Saludos!
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